Ara Güler es sin duda uno de los fotógrafos más importantes, reconocidos y queridos de Turquía. Su larga trayectoria y su trabajo lo han convertido en una figura legendaria que pasados los 88 años dista de estar retirada. Ara, que comenzó a trabajar como fotógrafo “porque me permitía viajar” sigue mirando el mundo con curiosidad, pero hoy prefiere viajar a través de los viajeros que van a verlo desde todas partes del mundo. Desde el Ara Café, una cafetería en la planta baja de la casa de su infancia, que se ha convertido en punto de encuentro de fotógrafos de todo el mundo observa, divertido, como el mundo se arremolina a su alrededor.
Aunque ha recibido toda clase de reconocimientos y premios en su dilatada carrera, adjetivos como “Fotógrafo del Siglo”, “Documentalista de la verdad” o “Historiador Visual” definen a la perfección su trabajo. Porque en seis décadas de carrera profesional, Güler ha sido un documentalista de grandes cambios.
De origen armenio, nació en 1928 en el seno de una familia acomodada en el barrio de Taksim, corazón de la moderna Estambul. De su padre, un conocido farmacéutico heredó una casa de varias plantas cerca de Istiklal Cadessi en la que sigue viviendo y donde además tiene su estudio, una exposición permanente, una fundación que está abierta al público y el mencionado café. Maestro de la fotografía, Ara Güler tiene un archivo que él cifra en dos millones de fotografías. Su trabajo cuelga en las paredes de muchas colecciones privadas y de museos como la Biblioteca Nacional de París o George Eastman House de Rochester.
De niño quería ser director de cine, hasta aquel aciago día en que su padre le regaló una cámara de 35 milímetros. Se formó como actor y comenzó estudios de economía, aunque no los concluyó. Después de dejar la universidad decidió convertirse en reportero gráfico. Con 20 años obtuvo su primer trabajo en el diario turco Yeni Istanbul para seguidamente comenzar una carrera internacional. En 1953, conoció a Henri Cartier Bresson y se unió a la legendaria Agencia Magnum, de la que aún es miembro. Güler viajó por todo el mundo desde Kazajstán a Papua Nueva Guinea a través de Irán, India, Kenya y fue reportero de las más importantes revistas internacionales de noticias como Time-Life, Paris-Match o Der Stern retratando a todas las figuras más influyentes de su época. Al mismo tiempo continuó con el proyecto de su vida explorando su ciudad natal, que se convirtió en un universo sin límites para sus observaciones.
En los primeros años de la década de 1950 Turquía sufrió profundas transformaciones políticas junto con gran parte del Mediterráneo. Ara Güler es la figura principal de una generación de fotógrafos de Turquía, cuyas imágenes mostraron al mundo su extraordinario país. Dio sobrado testimonio de estos cambios, con sus imágenes de Estambul, Anatolia, sus magníficos sitios arqueológicos, conformando un rico y diverso de trabajo en el que el hilo que une todo es el «factor humano»: la atención, el respeto y una cierta compasión, que acompaña siempre al deseo de dar testimonio de las condiciones de vida y de trabajo de la gente común.
Sus fotografías cual lienzos están llenas de poesía y melancolía. Y reflejan lo que se ha perdido con el desarrollo, el estilo de vida tradicional. Quizás su obra más reconocida, su legado están intrínsecamente relacionadas con su propia experiencia vital recorriendo las calles de su ciudad, Estambul, a la cual ha fotografiado ininterrumpidamente desde los años cincuenta. No en vano, es apodado “el ojo de Estambul”. Los pescadores del Bósforo remendando sus redes en las orillas, los estibadores del puerto, los ferrys humeantes, los tranvías atravesando el viejo puente de Galata. Y las típicas casas otomanas de madera que poblaban la ciudad y que son cada vez más escasas. Vemos la ciudad con sus mezquitas y monumentos a través de imágenes en blanco y negro que muestran la fragilidad y la pobreza de habitantes, sus calles enlodadas, sus talleres desvencijados, sus cansados vendedores ambulantes o sus tabernas con los cristales llenos de vaho. Güler ha capturado la transformación de la urbe y refleja como nadie lo ha hecho la vida de sus calles, el bullicio de la gran ciudad, la humanidad de sus barrios y las actividades cotidianas de sus habitantes. Estos son el factor principal, el que hace de la ciudad lo que es: individuos felices, tristes, melancólicos de Estambul. Para él, sólo la presencia humana puede reflejar la realidad y la verdadera percepción de la vida. La esencia de Estambul, que capturó con atención, curiosidad y persistencia no está tan relacionada con sus monumentos e iconos, sino con la gente que le da vida.
Él dice que registró «lo que se perdió en Estambul», pero también, sin duda, lo que ha permanecido.
Por ello su trabajo se ha convertido en una importante contribución a la fotografía de Turquía y un legado para las generaciones venideras.
Güler se define ante todo como un periodista gráfico, un historiador visual, un hombre que mira y que cuenta lo que ve sin pretensiones artísticas. Sin cuestionar el gran valor documental de su trabajo, en su obra hay un sello personal y reconocible, presente en la creación artística. Juzguen por sí mismos.
Premios recibidos:
En 1962 consiguió el Premio Maestro de Leica. En 1979, la Sociedad de Periodistas Turcos le dio el premio de mejor fotógrafo reportero de Turquía. En 2005 recibió el Grand Prize of Culture and Arts, de Turquía. En 2009 le dieron el Lucie Award.
Podéis ver parte de su trabajo en su sitio web o en Magnum Photos.
Artículos relacionados
Deliler, los milicianos “locos” del Conquistador
14 octubre, 2022
El Fez: identidad otomana
3 septiembre, 2022
Los hermanos Barbarroja, la pesadilla del mediterráneo
29 junio, 2022
¿Qué sabes sobre la fiesta del cordero?
17 mayo, 2022
Jenízaros, la elite militar del Imperio Otomano
25 abril, 2022
Selim II, “el señor de las botellas”
23 marzo, 2022
4 Comments
Add comment
Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.
Ara Guler es muy importante para reflejar la cara pura de Estambul.
Espero que hubiera guardado esta pureza.
Os recomiendo mucho ir al café de Ara Guler, es decir, a Ara Café. Tiene un ambiente maravilloso.
Teşekkürler Hilal,
Adoro tu ciudad, voy cada año desde 2004 y cada año me gusta más!
Poco a poco voy descubriendo el Estambul más cotidiano y auténtico, por eso me gusta tanto la obra de ara Güler, nos enseña lo que era el viejo Estambul y también lo que queda de él. Fascinante.
Un saludo
Son unas fotos increíbles, testigos de una época en que el Imperio Otomano cayó y pasó el tiempo suficiente para la occidentalización del país.
Maravillosas fotografías de Ara Güler. sin duda es uno de esos fotógrafos que ha capturado la historia.