Retrato de Osman Hamdi Bey | Wikimedia

Osman Hamdi Bey (1842-1910) fue una figura influyente e irrepetible que dejó su huella en la cultura, las ciencias y las artes otomanas. Personaje muy polifacético, aunque su formación académica fue en el campo del derecho, nunca perdió de vista su interés por el arte en general y particularmente por la pintura y la arqueología. Gracias al trabajo pionero de Osman Hamdi Bey en el ámbito de las instituciones culturales de Turquía, esta fue dotada de un gran Museo Arqueológico, una rica biblioteca Arqueológica y una Academia de Bellas Artes.

Osman nació en una familia influyente, de orígenes griegos, aunque no todo fue un camino de rosas, Ibrahim Edhem, su padre, nació en la aldea griega ortodoxa de Sakiz. Después de ser capturado como prisionero de guerra durante una revuelta en 1822, fue vendido como esclavo al Kaptan-i Derya Hüsrev Pasha, jefe de la armada otomana.  Su padre recibió tanto influencia de la cultura otomana como de la cultura europea pues fue uno de los cuatro primeros estudiantes del imperio en ser enviado a estudiar fuera. Tuvo el cargo de embajador y de primer ministro y finalmente el de Gran visir de Abdulamid II. Quizás por esto y siguiendo los pasos de su progenitor, Osman comenzó sus estudios en Besiktas pero los terminó en Paris, a la par que fue alimentando su pasión por la pintura aprendiendo de la mano de famosos pintores orientalistas de la época como Gerome o Gustav Boulanger. Al mismo tiempo comenzó a realizar cursos  de arqueología, su segunda pasión. Tras su regreso de París en 1869 y habiendo participado en su Exposición universal con tres cuadros fue el primer comisario en la Exposición universal de Viena.

Monte Nemrut | Wikimedia

Tras la muerte del director del Museo Imperial el sultan Abdelamid II le propuso sucederle en el cargo y es en 1881 cuando Osman comienza una nueva era en la historia de los museos del país. Cuando él aceptó el cargo el museo tenía una andadura de 25 años y tan sólo 650 piezas expuestas de un modo arbitrario que recordaban a un pequeño museo provincial, por ello ente 1882 y 1895 él mismo promovió y llevó a cabo importantísimas excavaciones arqueológicas que proveyeron de fondos al museo. Sus primeras excavaciones se llevaron a cabo en la vecina Ayvalik y Bergama. Las excavaciones del Monte Nemrut (1883) y Sidon en (1887-1888) y el templo de Hécate en Lágina (1891-92) le llevaron por el camino del éxito con piezas tan magníficas como el sarcófago del Sátrapa, el sarcófago de las Plañideras o el sarcófago de Alejandro que fueron hallados en la necrópolis real de Sidon.

Sarcófago de la colección del museoEl grupo de sarcófagos descubiertos en 1887 en Sidón (actual Líbano) fue como suele pasar en estos casos, descubierto por casualidad cuando un lugareño que trataba de cavar un pozo halló una enorme necrópolis subterránea muy bien protegida. De entre todos los sarcófagos, el que fue conocido durante muchos años como sarcófago de Alejandro Magno, (aunque finalmente se comprobó que era el sarcófago del rey de Sidonia Abdalonymus S.IV a.c), sigue siendo hoy en día considerada una joya de la arqueología moderna. Con todos estos éxitos, por primera vez la voz de un arqueólogo turco era escuchada en el mundo. Osman Bey promovió las principales excavaciones turcas, algunas de las cuales son hoy en día lugares Patrimonio de la Humanidad como el Monte Nemrut. Él fue el responsable de la construcción del actual edificio en el que se encuentra el museo arqueológico de Estambul, que se abriría diez años después, y de proveer al museo de incontables y maravillosos fondos. Y es que él utilizó su posición como director del museo, para desarrollarlo así como para reescribir las leyes de antigüedades. Consciente de la falta de regulación relativa a las excavaciones llevadas a cabo por países extranjeros y del expolio que estaba sufriendo el país en beneficio de los museos europeos dictó una norma en 1883 para proteger y controlar el patrimonio arqueológico y artístico del país. Un paso de gigante en la constitución de un marco legal para la preservación de las antigüedades.

El domador de tortugas | Wikimedia

Osman estuvo al frente del museo hasta 1909, casi treinta años, y puede decirse que fue el pionero de la profesión de conservador de museo. Además, Osman Bey fue el fundador de la primera escuela de Bellas artes del Imperio Otomano, en el edificio dentro del complejo del museo arqueológico conocido como “de las antigüedades orientales” donde se expone el tratado de Kadesh. Hoy es la Universidad Mimar Sinan de Bellas Artes y ya no se encuentra en estas instalaciones. Como pintor Osman conoció la fama en vida y fue el primer pintor turco en retratar figuras humanas, a menudo siendo él mismo el modelo. Retratos y composiciones con gran riqueza de  detalles: elementos arquitectónicos y decorativos.De entre ellos mencionar a “El entrenador de tortugas” pintura emblemática por  su gran significado, ya que se creó en una época de gran agitación social y política en el Imperio Otomano. Las reformas introducidas por el sultán Abdul Hamid II (reinó 31 agosto 1876 hasta 27 abril 1909) habían demostrado ser ineficaces y culpables de aumentar la agitación.

El Imperio Otomano, que todavía abarcaba partes de la península balcánica, del norte de África,  Anatolia y el Levante, y gran parte de lapenínsula arábiga en el umbral del siglo 20, era objeto de graves amenazas tanto por el creciente poder de los movimientos nacionalistas dentro de su territorio, como por las incursiones de las potencias extranjeras que finalmente se dividirían el imperio entre ellos en las postrimerías de la Primera Guerra Mundial. La pintura alcanzó mayor importancia en las décadas siguientes, ya que presagiaba la Revolución de los Jóvenes turcos de 1908, que puso fin a la regla autocrática directa por el sultán y que sentaría  las bases para la entrada del Imperio Otomano en la Primera Guerra Mundial del lado de las potencias centrales y para su posterior partición. El lienzo fue vendido en 2004 por 3.5 millones de dollares. Sin lugar a dudas hay personajes irrepetibles que a lo largo del tiempo van dejando una huella imborrable en la historia de su país, y Osman Bey desde luego fue una de ellas. Intelectual, hombre de estado, Osman Hamdi Bey, fue una de estas figuras. Murió en 1910 en su residencia a la orilla del mar de Kuruçeşme (Estambul) y fue enterrado en el jardín de su casa en Eskihisar (Kocaeli), según su voluntad. Su casa en Eskihisar, cuyos planos él mismo dibujó, se transformó en un museo que se abrió a los visitantes en el año 1987.

Museo Arqueologico de EstambulSobre el Museo Arqueológico de Estambul, sólo una brevísima reseña para añadir que  estamos ante el primer museo de Turquía y uno de los más importantes museos arqueológicos del mundo donde se exponen más de un millón de obras de varios imperios y pertenecientes a diferentes culturas y civilizaciones distribuidas en unas veinte salas en el edificio antiguo y otras cuatro plantas construidas en la década de los noventa. El museo alberga a tres museos: El museo arqueológico en sí, el Museo de las Antiguedades Orientales y el de los Azuleos Turcos. Su origen está en la reducida colección de antigüedades que se instaló en 1846 en el Palacio Topkapi.

Podéis encontrar más información aquí.

 

 


 

Ana Morales

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