Dicen que la Ciudad Prohibida es el mayor complejo palaciego del mundo; una ciudad dentro de la ciudad de Beijing del tamaño de 720 campos de fútbol, o, como seguro algún guía estará encantado de apostillaros “437 veces la extensión de la Casa Blanca”.

Para que os hagáis una pequeña idea hablamos de más de 980 edificios y 9999 estancias. La Ciudad Prohibida fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1987.

 

Las dinastías que lo construyeron

Se considera que Pekin/Beijing fue fundada por Kublai Kan (nieto de Gengis Kan), el quinto gran Kan del imperio mongol en el siglo XIII, entonces se la conocía bajo los nombres de Cambaluc y Dadu.

Kublai se convirtió en emperador de China en 1271 estableciendo una nueva dinastía, la Yuan, que gobernaba en Mongolia, Corea y China. En 1279 logró derrotar definitivamente a los restos de las fuerzas de la dinastía Song, que se concentraban en el sur del país, convirtiéndose en el primer emperador no nativo en gobernar toda la China. El palacio real de esa época, en el que se presume que Kublai recibió al mismísimo Marco Polo, fue destruido en el siglo XIV por los Ming. Sobre el mismo emplazamiento en que estaba el antiguo palacio de Kublai Kan se construyó entre el 1407-1420 el nuevo, de unas dimensiones mucho mayores.

Con los escombros del anterior, se compactó el terreno de modo que la nueva ciudad se construyó sobre una pequeña colina. Así pues fueron los Ming, originarios de Nanjing quienes comenzaron a construir el palacio actual al trasladar la capital desde Nanjing a Beijing, pues aunque los mongoles habían sido vencidos poco antes, se volvían a preparar para la guerra, y Beijing era una ciudad más fácil de defender.  A partir de 1644 y hasta 1911 fueron los de la dinastía Qin los que dejarían su impronta en el palacio.

El Palacio y sus dependencias estuvieron reservados para la corte desde su construcción en el año 1420 hasta 1949, el acceso de sus súbditos era penado con la muerte, por ello se le conoce como La Ciudad Prohibida. Esta fue a lo largo de 500 años y durante el reinado de 24 emperadores, la residencia del hombre más poderoso de la tierra, el señor de “la vida y la muerte”, pero al mismo tiempo el lugar más misterioso y desconocido de la tierra para sus súbditos. Así, “el hijo del cielo”, ese ser divino vínculo entre el mundo terrenal y el celestial era el principal morador de esta extensa ciudad, aunque la “ciudad prohibida” denominaba tan sólo a la parte realmente privada del emperador, sus concubinas, consortes e hijos. Ningún hombre salvo él podía acceder a esta zona, que era atendida por eunucos.

 

El complejo de palacios: el patio exterior

Aún a riesgo de parecer simplista, creo que La ciudad prohibida es junto con la Gran Muralla China, el plato fuerte de las visitas a la capital. Se le suele dedicar una visita de medio día, lo cual es del todo insuficiente, ya que esta se extiende en todas las direcciones y el recorrido básico que se recomienda pasa por los principales patios y edificios tan sólo. Pero allá donde mires la ciudad se extiende, por lo que sales de allí con la sensación de que sólo has visitado una parte muy pequeña, y que la mayor parte de los patios y edificios están masificados al circular todo el mundo por los mismos sitios.

El recorrido básico comienza en la plaza de Tianamen, aunque la puerta más grande es la puerta del sur. Es la puerta más alta de Beijing.

Lo primero que encontramos es el Salón de la Suprema Armonía, el edificio más importante de la ciudad y el más grande. Construido en el año 1406, el Salón de la Suprema Armonía tiene su emplazamiento sobre una terraza de mármol blanco de tres niveles, con balaustradas decoradas a base de relieves. Los aleros de sus tejados están decoradas con estatuas lideradas por un hombre que cabalga un ave fénix y es seguido por un dragón imperial. El número de estatuas representa el estatus del edificio. El Salón de la Armonía Suprema tiene diez figuras, el único edificio de todo el país al que se permitía esto en tiempos imperiales (un edificio secundario tiene entre tres y cinco). Era el símbolo del poder imperial, y durante la época de las dinastías Ming y Qin no se permitió la construcción de un edificio de mayores dimensiones. Alcanza una altura de treinta metros sobre el nivel de la plaza que lo rodea, además de ser el centro ceremonial del poder imperial es la estructura de madera más grande de toda China. Acoge el salón del trono aunque las audiencias se realizaban en el exterior, frente a cientos de funcionarios en un patio de 30.000 metros cuadrados.

A continuación del Salón de la Suprema Armonía, y situados sobre la misma terraza elevada, se suceden de forma inmediata el Salón de la Armonía Central y el Salón de la Armonía Preservada. Observad que todas las tejas esmaltadas en La ciudad prohibida son amarillas, el color del emperador, salvo en dos edificios por una suerte de superstición, la biblioteca y las residencias del príncipe heredero.

Situada en la parte posterior del Salón de la Armonía Preservada existe una calzada de mármol blanco con figuras talladas a la que no le habéis de quitar la vista. Esta escalinata de 16 metros de largo tiene dragones bellamente esculpidos. La roca se extrajo en un único bloque de 200 toneladas de peso y fue trasladada a Beijing desde la cantera a más de 70 kilómetros de distancia, usando la fuerza bruta de cientos de mulas y caballos, y troncos que colocados sobre los caminos helados por el hielo del invierno ayudaban a que la roca de deslizase.

 

El complejo de palacios: el patio interior

Como he dicho antes, la Ciudad Prohibida se divide en dos patios, el exterior era la parte oficial, y el interior la parte residencial y privada, ambos separados por una plaza rectangular trazada de manera perpendicular al eje principal de la Ciudad Prohibida.

A continuación entramos en la zona realmente privada de la Ciudad Prohibida, donde hay una sucesión de palacios y estancias de menores dimensiones e importancia, que eran antiguas estancias del Emperador, como el Salón del Cultivo Mental.

Era aquí, en este palacete donde el propio emperador tenía su despacho, y desde donde gobernaba el Imperio chino. Sabed también, que el 12 de febrero de 1912 en el Salón del Cultivo Mental fue donde el último emperador de China firmó su abdicación ante los nuevos gobernantes provenientes de la Gran Revolución China. En el mismo tuvo lugar la última reunión de gobierno del Emperador de China, si bien a la familia imperial se la permitió seguir residiendo en la Ciudad Prohibida, hasta que fue expulsada del palacio Imperial en 1924.

En el centro del patio interior hay otro conjunto de tres salones, el Palacio de la Pureza Celestial, el Salón de la Unión y el Palacio de la Tranquilidad Terrenal. El emperador ocupaba el Palacio de la Pureza Celestial. La emperatriz residía en el Palacio de la Tranquilidad Terrenal. Entre ambos se encontraba el Salón de la Unión, donde ambos yacían según el ceremonial con fines reproductivos.

Distribuidas al este y al oeste de las tres salas principales hay una serie de patios secundarios y palacios menores donde vivían los hijos y concubinas del emperador.

En este área de La Ciudad Prohibida encontrarás otro de los rincones más destacados y reconocibles del complejo, el conocido como Muro de los Nueve Dragones, un gran panel de 30 x 3,5 metros, realizado con 270 piezas de cerámica de gran colorido, en el cual se representa a nueve dragones jugando con perlas con un fondo de mar y de nubes. El número 9 es un número lleno de simbolismo en la cultura china, aquí representa la supremacía del emperador y el dragón era el emblema de la familia imperial. Este panel se construyó en 1771, y es uno de los tres que se pueden ver en China.

Detrás de estas las tres salas se encuentra el Jardín Imperial.

La salida de la visita al Palacio Imperial se hace a través de la Puerta del Poder Divino, en el lado opuesto de la Plaza de Tiananmen. Podréis observar su gran foso y los altos muros de casi 8 metros de altura.
Si te has quedado con las ganas de ver la ciudad desde las alturas puedes subir a la colina que se encuentra justo enfrente, el Parque Jingshan, también conocida como Feng Shui, os garantizo que obtendréis las mejores vistas panorámicas del conjunto de la Ciudad Prohibida.

 

Información útil

Tips: “El último emperador” es una película que os recomiendo encarecidamente si vais a visitar La ciudad prohibida, no sólo porque esta se rodó en gran parte aquí, un hecho realmente sin precedentes, sino porque nos cuenta la última etapa del Imperio chino y de Puyi, su último monarca no soberano que vivió confinado en esta parte de la ciudad ajeno a lo que pasaba tras sus muros. Se basa en su propia autobiografía “Yo fui emperador de China” por lo que tiene un gran valor documental.

Compra de entradas: La mayor parte de las entradas se venden ya por internet para evitar las colas, con un cupo máximo diario de 80.000 personas. Os aconsejo que así lo hagáis, la mayor parte de los visitantes, contra lo que podamos pensar son oriundos del país visitando la capital,  por ello siempre hay colas.
La página web está sólo en Chino por lo que os aconsejo solicitéis al personal del hotel os hagan ellos la gestión, quizás os cobren alguna pequeña comisión pero así os asegurareis la entrada. Con el código de compra más el pasaporte os tendréis que personar en la ventanilla de servicio al cliente que se ubica al lado derecho, justo antes de entrar al museo, allí os imprimirán la entrada.

Precio de la entrada: en 2018 la entrada cuesta desde abril hasta octubre: 60¥. Desde noviembre hasta marzo: 40¥.
Horario de apertura: de 08.30 a 17.00h en temporada alta y de 08.30h a 16.30h en temporada baja (Noviembre a Marzo)
Cierra los lunes excepto meses de Julio y Agosto y feriados chinos.
Cómo acceder en metro: Metro: Tian’an men dong o Tian’an men xi, línea 1

Tiempo de la visita: entre 2 y 4 horas dependiendo del interés de cada uno.

 

 


 

Ana Morales

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