Sin lugar a dudas que los que optéis por observar la ciudad desde el estrecho del Bósforo os veréis no sólo sobrecogidos por la inmensidad de la urbe, sino por las bellas construcciones que la jalonan en ambos continentes. Edificios históricos de mármol y piedra como mezquitas, mansiones, pabellones y palacios, (hoy reconvertidos en muchos casos en liceos, hoteles de lujo y museos); y casas de madera de lo más singular y colorista, las yalis. A ellas quiero dedicar esta entrada.
Yalis es la palabra griega para designar algo “a la orilla del mar”, o “en la playa”. La palabra fue adoptada por los turcos y actualmente sirve para designar a este tipo de casas. Las yalis son por excelencia el más bello ejemplo de arquitectura civil otomana. Estas casas de recreo con jardín fueron lugar de solaz durante los periodos bizantinos y otomano. Edificados entre los siglos XVI a principios del XX, para altos cargos de la corte otomana o para embajadores o dignatarios extranjeros, este privilegiado enclave les permitía huir del calor asfixiante de la urbe en los meses de verano, pues las ligeras estructuras de madera, refrescadas continuamente por las brisas del Bósforo creaban un circuito de refrigeración natural. En invierno, las nevadas y los vientos helados de Rusia azotan el estrecho sin piedad, por lo que permanecían cerradas.
Construidas de frágil madera, y usuarias de un costoso y experto mantenimiento, muchas no han resistido el paso del tiempo, y otras fueron víctimas de la mano del hombre. Lo cierto es que estos edificios que adornan las orillas del Bósforo son de los más exclusivo y codiciado del país, y el censo dice que son 99, y sólo 99 las acreditadas como yalis históricas, casas con pedigrí histórico, nombre y apellidos. Estas segundas residencia de pachás y visires no se pueden volver a construir, por lo que como comentaba, estas mansiones del Bósforo son uno de los mercados inmobiliarios más exclusivos del mundo. Y, por lo visto, según se dice, sólo dos familias turcas se reparten entre ellas la mayoría de los edificios. Las familias Sabanci y Koç, atesoran entre ambas casi 40 de estos valiosos edificios.
Mostrando en cada caso la influencia de las tendencias arquitectónicas del momento en que fueron construidas pero también reflejo de la posición social de la famililla, existía una competencia feroz entre vecinos por tener los yalis más lujosos y bonitos de la zona. No hay dos iguales salvo porque se caracterizan por una estructura particular, el exterior tiene una parte saliente o voladiza sobre las aguas, con balcones y ventanas, mientras el interior suele constar de un salón para recepciones rodeado de los dormitorios.
Algunas Curiosidades
Como curiosidad, sabed que la mayoría de estas yalis son conocidas por el nombre del primer propietario, que en la mayoría de los casos fueron pashas otomanos.
Entre las yalis del estrecho del Bósforo encontramos algunas de las casas más caras del planeta según la prestigiosa revista Forbes, que como ya sabeis saca rankings de todo lo que se puede cuantificar económicamente. Se trata de la “Elbilgin Yalisi”, situada en Yenikoy y valorada en más de 100 millones de dólares. También en unos 100 millones se sitúa el Valide Ali Paşa, construido en 1902 y poco después vendido a Egipto como residencia consular, en Bebek.
El Sehzade Burhanettin, de un tamaño similar, con 64 habitaciones y un muelle particular de 60 metros, se ha situado en Forbes como la quinta casa más cara del mundo, con un valor de 70 millones, la Embajada de Catar estaba negociando su compra.
El mismo precio tiene el Conde Ostrorog, construida a inicios del XIX; desde 2003 vive aquí Rahmi Koç, patriarca de la dinastía Koç, dueña de 16 yalis.
Un gran ‘yali’ de 3.000 metros cuadrados en Kandilli puede valer 45 millones. A pesar de estas cifras astronómicas, al dueño de un yalis nunca le faltarán compradores.
Pero con 6 millones de euros puede bastar para adquirir uno de los yalis más ‘modestos’, de apenas 400-600 metros cuadrados habitables, jardín aparte. Y claro, no uno histórico.
En mi opinión, las yalis más bonitas se concentran en torno a la costa asiática de Kuzgunkuk, y de Çengelköy. En la costa europea, en torno a Bebek, Arnavutköy y Yeniköy (cerca de Tarabya, uno de los barrios más hermosos del Bósforo).
Yalis de Çengelköy: Sadullah Paşa Yalisi, Abdullah Paşa Yalisi, Fenerli Yali y Server Bey Yalisi. El espectacular edificio blanco, con sus dos torres de apuntados pináculos que sobresale en la costa de Çengelköy es el liceo militar de Kuleli. (1860)
Yalis de Arnavutköy, la fachada marítima de esta pintoresca y encantadora vecindad del Bósforo está repleta de yalis, compitiendo en belleza con los palacios de mármol. Por delante son recorridas por una especie de pequeño canal, en torno al cual hay numerosos restaurantes de pescado fresco.
Yalis de Bebek, sin lugar a dudas el más famoso y espectacular es el que alberga a la embajada de Egipto, el conocido como el Valide Ali Pasha.
Yalis de Kuzgunkuk: Ethem Pertev Yalisi, del S.XIX, con su decoración árabe en madera. El Köprülu Amcazade Husseyin Pasha Yalisi, erigida sobre el agua, es la yali más antigua conservada en el Bósforo (1698). Originalmente eran tres mansiones rodeadas de jardines y huertos aunque actualmente sólo se conserva el salón de actos.
En Kandili, al norte de Üskudar destaca el yalis de Mustafa Emin Pasha, de color rojo y uno de los más grandes de la zona. También el yalis del Conde Ostrorog, residencia del Rahmi Koç, el turco más rico.
Otras yalis,
Yalis de Büyükdere: la Sabder Hanim Yalisi acoge el museo Sabder Hanim de artes decorativas turcas, en dos encantadoras casas de madera del S.XIX.
Yalis de Yenikoy: Sait Halim Pasha Yalisi, del s.XIX se utiliza para la realización de eventos y reuniones culturales. Yalı de Ahmet Afif Pasha,
Yalis en Kanlica; Elbiseci Ahmet Bey Yalısı y Esra Umur Yalısı, Necati Bey Yalısı, Hacı Ahmet Bey Yalısı, Sadrazam Kadri Paşa Yalısı, Yağcı Hacı Şefik Bey Yalısı, Zarif Mustafa Paşa Yalısı, Hekimbaşı Salih Efendi Yalısı, Saffet Paşa Yalısı, Ahmet Rasim Pasha Yalısı.
Yalis en Anadolu Hisari; Kıbrıslı yalı, construido en el s.XVIII por Kara Vezir Silahtar Mehmed Pasha, El visir negro.
Existe la posibilidad de poder realizar un paseo en barco de dos horas de duración que realiza una ruta por los Yalis más significativos e importantes, con explicaciones de quien vive allí, en qué año se construyó y más curiosidades interesantes.
La opción “más económica”, para aquellos que se puedan permitir una casa así y quieran sentir lo que es dormir como un pasha es pasar una noche en un yali reconvertido en hotel, como el Fuat Pasa, que se mantiene intacto, con sus muebles y decoración de la época. Pasar una noche histórica emulando a un antiguo visir sale por 1.000 euros.
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Hermosa esta parte de Estambul. La he podido conocer gracias a algunos de sus hermosas novelas. Y los Yalis son fantásticos, principalmente uno donde se filmó «La Sra Fazilet y sus hijas «