Cada vez encuentro más interesante el arte urbano. Su espontaneidad, su capacidad para sorprendernos y tocarnos cuando menos te lo esperas, su falta de elitismo. El arte urbano siempre está abierto, cualquiera lo puede apreciar, aunque no sea usuario de los museos, es realmente poderoso cuando su finalidad es la concienciación, la denuncia o cualquier otra llamada a la acción.

 

El Muro de las Muñecas

El “muro de las muñecas” forma parte del paisaje urbano de Milán desde 2014. No sabía de su existencia la verdad, lo ví a través de los cristales empapados del taxi que me llevaba desde Stazione Milano Adorno hacia mi destino en la periferia sur de la ciudad. En ese momento el tráfico era muy lento debido a la lluvia, y unos cuerpos de maniquíes que sobresalían de un muro cubierto por una frondosa enredadera captaron mi atención. Estaban rodeados de muñecas de todo tipo, imágenes, flores de plástico…decidí que a mi regreso me tomaría el tiempo para pararme e investigarlo.

El muro se encuentra en el barrio de Navigli, en la Avda de Edmundo de Medici, una de las arterias principales de la ciudad, cerca de la Basílica de San Lorenzo. Exactamente en el cruce de la Via De Amicis y corso di Porta Ticinese, al lado del monumento romano de las Columnas de San Lorenzo.

Se creó en 2014, como repulsa ante la violencia machista que en Italia tiene una nueva víctima cada tres días. Donde uno de cada cinco hombres considera que la manera de vestir de las mujeres puede ser causa de violencia sexual. Un fenómeno inquietante que no retrocede y es estructural.

El muro es una obra viva, en continua evolución, ya que el observador puede, en cualquier momento contribuir a la misma. Decenas de muñecas cuelgan del muro, de modo textual., colgadas por el cuello, despeinadas, desnudas, desmembradas y expuestas a los elementos. Cada muñeca colgada en esas mallas que atraviesan el muro es un recordatorio de una mujer que ha sido víctima de violencia y asesinada.

Flores marchitas o de plástico asoman del muro tal cual lo hacen de los nichos de un cementerio, con poemas, carteles y las imágenes de las víctimas año tras año.

Cortesía de Marco Solbiati

Es imposible que esto no te perturbe, te revuelva, te entristezca. Os aseguro que es una obra que no os dejará indiferente. Nos recuerda una impactante realidad que nos da en la cara y nos hace pensar. El muro de muñecas, que comenzó básicamente como una instalación de arte público, ahora se ha convertido en un monumento y en un recordatorio para las mujeres víctimas de violencia doméstica.

La instalación fue idea de la cantautora Jo Squillo, víctima a su vez de violencia de género, junto con la organización Weworld Intervita, y cada año, durante la semana de la moda de Milán, grupos de voluntarios reúnen a los transeúntes en torno al muro para recordar a las víctimas y concienciar al público.

La idea de las muñecas surgió de una práctica que se lleva a cabo en India, el país más peligroso del mundo para las mujeres. Allí cuando una mujer es víctima de la violencia se cuelga una muñeca en la puerta de su casa.

En junio de este año el muro se renovó ya que fue incendiado en 2023, pero ha resurgido con más fuerza que nunca.

Siguiendo la iniciativa de Milán, otras ciudades de Italia también tienen sus propios muros. Se trata de: Roma, Venecia, Génova, Brescia y Trieste.