La región de los Cotswolds es una región de la campiña inglesa situada al oeste del país, poco conocida y rural. Los Cotswolds son una escapada fantástica que se encuentra a tan solo dos horas en coche desde Londres. Aquí, podréis dar un paso atrás en el tiempo y explorar todo lo que es esencialmente inglés. Les recomiendo que dejen sus zapatos de vestir en la maleta y que se enfunden en sus botas de caminar más cómodas para descubrir sin prisas esta bella y bucólica región.

El hecho de que, como comentaba líneas más arriba, estaremos a sólo unas dos horas en coche de Londres no nos debe llevar a error. Los Cotswolds no están aislados. De hecho, se ubican entre cinco condados: Gloucestershire, Oxfordshire, Warwickshire, Wiltshire y Worcestershire, y, al mismo tiempo, cerca de otras ciudades ingleses importantes, como Birmingham, Bristol y Oxford.

Además, quedan delimitados por tres localidades míticas: al norte Stratford Upon Avon, (la cuna de Shakespeare); al este, la universitaria y preciosa Oxford y al oeste, la ciudad balnearia por excelencia:  la medieval Bath con sus más de 3.000 años de historia.

El paisaje

Ondulantes colinas, bosques centenarios, praderas salpicadas de flores silvestres cruzadas por senderos y caminos ecuestres, casas de piedra que parecen adornar aún más, si cabe este bello paisaje y, por supuesto, no olvidemos algunos de los jardines y mansiones de campo más notables de Gran Bretaña. Gran parte de la región está cubierta por tierras de labranza, delimitadas por 6000kms de históricos muros de piedra dividiendo el paisaje.

Es, sin duda una región muy pintoresca y poco conocida para los que ocasionalmente visitamos el país, pero os garantizo que os deja con ganas de más.

¿Qué hace tan especial a esta zona? Diría que su belleza natural y su excelente estado de conservación. Adjetivos comunes a todos los pueblecitos de los Cotswolds, los cuales surgieron gracias al auge de la producción y el comercio de lana entre los siglos XIII y XV. De ahí su nombre: cots (ovejas) y wolds (colinas). La calidad de la lana era tan buena que pronto se hizo famosa en todo el mundo. Y llegó a alcanzar precios tan elevados que hizo muy ricos a los productores, a los dueños del ganado, a tejedores, a comerciantes… Fue con esos beneficios con los que construyeron esas coquetas localidades, con casas dignas de un cuento construidas con piedra caliza color miel (la llamada limestone). Y, gracias a esa noble costumbre inglesa de dejar las cosas envejecer con elegancia y a ese carácter tan británico siempre extremadamente respetuoso con lo antiguo, han llegado a nuestros días casi intactas.

Por estas casas ha pasado el tiempo, sí, pero para embellecerlas y hacerlas únicas.

¿Qué visitar en los Cotswolds?

Son muchos los pueblos que se incluyen dentro de esta área, yo voy a mencionar los que más me gustaron.

Cirencester

Cirencester es una ciudad llena de vida y una de las poblaciones de más tamaño de los Cotswolds, por lo que a veces a menudo se refieren a ella como “La Capital de los Cotswolds”. Es un buen lugar para comenzar vuestro recorrido. Se puede llegar en coche o en tren desde la estación de Paddington. La estación más cercana es Kemble, donde tendréis que tomar un autobús directo a Cirencester.

Allí podréis disfrutar, entre otros de la Abadía de Cirencester, construida en 1117, un conjunto impresionante que se puede ver desde toda la ciudad. En el interior, podréis disfrutar de sus exquisitas vidrieras y su intrincada arquitectura. El exterior de la abadía es impresionante y complementa maravillosamente la ciudad.

Una joya para explorar, ya que está algo escondida, es Blackjack Street  el lugar ideal para tomar un café, y buscar un pub o restaurante con sabor local. Hay muchos lugares para comer o beber en esta pequeña calle. Aquí, también hay algunas pequeñas boutiques que venden decoración para el hogar, libros, antigüedades y más.

Cecily Hill con sus pintorescas casas llenas de flores y exuberantes setos y el parque del mismo nombre es perfecto para dar un paseo por la tarde. Desde la cima de la colina hay una excelente vista del bosque que lo rodea.

Chipping Campden

Para muchos esta localidad representa la quinta esencia de lo que son los Cotswolds.

Situada al inicio del sendero nacional Cotswold Way, es una ciudad que conserva su esencia con gran excelencia. Tanto sus edificios como su trazado han sido preservado con mimo desde que el meticuloso Campden Trust se encargase de este cometido en 1929.  La ciudad es originaria de 1627, y, nace con el mercado semanal que albergaba. Para muchos, además de bien preservado, es el pueblo más elegante. Hasta los setos son dignos de nuestra admiración.

Es uno de los pocos pueblos donde aún se pueden ver casas con tejados de paja, algo bastante poco frecuente pues su mantenimiento es muy caro y trabajoso. Un tesoro en peligro de extinción.

Broadway

La localidad de Broadway es una de las más grandes de los región de los Cotswolds y está situada en el condado de Worcestershire, a la orila del río Severn, el más largo de Gran Bretaña. Se la conoce como «la joya de los Cotswolds» por la belleza de sus parajes, su castillo y sus calles con las típicas casas de piedra caliza de color miel, muchas de ellas del siglo XVI.

Paseando por la High Street podremos apreciar muchas tiendas y cafeterías ubicadas en edificios emblemáticos, además de iglesias medievales como la de St. Eadburgha.

La población apareció también como escenario del videojuego Forza Horizon 4.

Bibury

Es probablemente la localidad más antigua y fotografiada de la zona. En concreto, el foco de esta atracción se concentra en una sola calle, Arlington Row, en donde antiguamente habitaban los tejedores de lana. Esta empinada calle de modestas casas con tejados puntiagudos está catalogada como «una de las más bellas de Inglaterra”. Las históricas cabañas Weaver del S.XVI son las responsables.

Con el paso de los años este enclave escenario de cine en numerosas ocasiones, se ha convertido en el lugar más famoso de los Cotswolds. Y se entiende al minuto de llegar, es como caminar a través de un viejo cuadro al óleo de esos que nuestros abuelos colgaban en la galería. Transmite una sensación de atemporalidad y un enclave de postal. ¡Seguro que no podéis resistiros a tener la vuestra propia! Por cierto, para los que quieran la experiencia al 100%, sabed que la cabaña número 9 se puede alquilar por una estancia mínima de 3 noches. Aquí, podréis cerrar la puerta a los turistas y disfrutar de este retiro en absoluta privacidad por unas 500 libras por noche.

Pero Bibury no es solo Arlington Row, se pueden realizar paseos panorámicos a lo largo del río Coln, un río truchero por excelencia, y podréis disfrutar del auténtico ambiente de pub rural sin pose ni artificios. Además, con una historia que se remonta a la Edad del Hierro, tiene montones de patrimonio que en gran parte está intacto y que aún puedes experimentar hoy.

Castle Combe

Si visitas el bellísimo pueblo de Castle Combe, no te sorprenderá que haya aparecido en muchas películas y series de televisión. Por mencionar algunas: Las películas Doctor Dolittle (1966), Stardust (2007), El hombre lobo (2010), o Caballo de Batalla (2011), entre otras.

Muchos dicen que es el pueblo más bonito de Inglaterra. Por ello lo mejor es dar una vuelta tranquilamente y disfrutar del entorno. Es un lugar que parece haber quedado atrapado en el tiempo y allá donde mires verás una plétora de pintorescos edificios antiguos.

Es fácil enamorarse del él. De hecho, puede que te sorprenda saber que no se han construido nuevos edificios aquí desde el siglo XVII. ¡Y que no hay (al menos a la vista) cables de televisión ni antenas satélite, ni si quiera hay coches a la vista!

A destacar: la plaza donde se encuentra el «Cross Market» del siglo XIV (en este lugar se celebraba el mercado semanal) y la iglesia de St Andrew. Una de las partes más reconocibles de este pueblo es la peculiar cruz del mercado que está en el centro. Es bastante único ya que tiene un techo sobre su cabeza. Fue construida justo para señalar el lugar donde se celebraba el mercado semanal en el siglo XIV. En ese momento, los pueblos y ciudades necesitaban el permiso del Rey para poder tener un mercado, y, afortunadamente, Castle Combe recibió esa orden para vender su famosa tela. Aunque la industria del tejido se disolvió en el siglo XVI, la cruz del mercado todavía sigue aquí como testimonio para recordárnoslo.

NO dejéis de pasear hasta el viejo puente que cruza el río Bybrook donde podréis disfrutar de una imagen muuuuuy fotogénica… el puente, con las maravillosas fachadas de las casas de fondo. Imprescindible.. Es, desde luego, una de las mejores ubicaciones para tomar fotografías de The Cotswolds.

Siempre parece haber un debate sobre Castle Combe o Bibury, pero definitivamente recomendaría visitar ambos. ¡Ambos son hermosos pueblos por derecho propio!