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El carnaval es una de las celebraciones más reconocidas por su espíritu festivo y capacidad de festejar la cultura de las distintas regiones y su historia. Son celebraciones alegres, multitudinarias y cuentan con una historia muy rica. Por eso, la tradición del carnaval es una gran opción para conocer una cultura, así como también un gran punto de partida para comenzar nuestras vacaciones.

¿Por qué son tan populares los carnavales?

Si bien el carnaval como tal suele relacionarse con una tradición caribeña por su estética festiva y el reconocimiento de los carnavales de esta región, lo cierto es que se trata de una tradición que tiene mucho más tiempo y se remonta a la antigua Grecia. Los carnavales ofrecen una mirada integral a distintos tipos de tradiciones y culturas, y atraen a turistas de todas las regiones durante todo el año, por lo que pueden constituir una gran opción para vacacionar en familia o hacer un plan romántico en pareja y llevarse una experiencia única.

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Hoy en día, los carnavales son una atracción turística que todavía mantiene esta tradición festiva, colorida, y se los puede encontrar durante todo el año. Para los viajeros, conocer los destinos de carnaval es una gran forma de conocer la cultura de una región, sus mitos y sus leyendas, sus danzas y sus tradiciones, sus comidas y su música. Más importante aún, tomar a los carnavales como punto de partida puede ser una gran manera de planear las vacaciones y asegurar una experiencia inolvidable en algunos de los destinos culturales más significativos del planeta.

Los mejores carnavales para comenzar las vacaciones

Durante la época de carnaval, las calles se llenan de música, color y júbilo. Cada país que los celebra tiene sus propias tradiciones y no hay dos iguales. Si bien no es recomendable si queremos visitar Viena en 24 horas, elegir un carnaval como trampolín para comenzar nuestras vacaciones es una gran idea. A continuación veremos los más importantes y cómo estos pueden ayudarnos a tener una mejor experiencia turística.

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1. Carnaval de Tenerife

Celebrado del 12 de enero al 18 de febrero, el carnaval de Tenerife es uno de los más reconocidos de Europa debido al gran despliegue de sus participantes y la incomparable majestuosidad del clima de las islas Canarias en España. Este carnaval en Tenerife, la isla más grande de este archipiélago ubicado en la costa occidental de África, recibe a más de cinco millones de visitantes cada año.

Este festival ofrece muchas actividades y eventos imperdibles, y culmina con el entierro de la sardina. Pero además es un gran punto de partida para visitar el resto de las islas Canarias, vacacionar en la playa, hacer senderismo y trekking, visitar el volcán inactivo (la cima más alta de todo España) o practicar deportes y disfrutar del aire libre y el clima paradisíaco que la isla tiene para ofrecer.

2. Carnaval de Venecia

Si subimos nuevamente al continente europeo, podemos elegir un destino reconocido por su elegancia y lujoso despliegue. Estamos hablando, por supuesto, del carnaval de Venecia. Este se distingue del resto de los carnavales de su clase por los trajes clásicos y las máscaras blancas, la sobriedad y majestuosa estética del siglo XVII. Es una gran manera de comenzar un viaje por Italia y conocer la historia de Venecia.

El festival se celebra entre el 27 de enero y el 13 de febrero, y destaca por su particular empleo de las máscaras blancas, doradas y plateadas que los visitantes utilizan para mezclarse entre la multitud y volverse parte de la celebración. Además, desde Venecia podemos comenzar nuestro recorrido y visitar algunos de los monumentos más importantes de Europa: la Plaza o la Basílica de San Marcos, el Palacio Ducal, el Puente de los Suspiros, entre muchos otros.

3. Carnaval de Río de Janeiro, Brasil

No puede faltar este carnaval en nuestra lista. Mundialmente, es el referente por su increíble despliegue de desfiles, atuendos, danzas, música y el entusiasmo del pueblo brasilero. Son cuatro días de celebración sin comparación que reúnen los elementos más atractivos y coloridos del país. Este comienza el 9 de febrero y concluye el 14 de febrero, por lo que son cinco días de fiesta que no podemos perdernos.

La oportunidad de presenciar el carnaval de Río de Janeiro es quizás la más provechosa de todas para comenzar nuestras vacaciones. No solo por los tradicionales sambódromos de las escuelas de danza, sino porque luego podemos seguir conociendo la ciudad y lo que esta tiene para ofrecer: subir al Cristo Redentor, disfrutar de la playa de Copacabana y sus mosaicos espectaculares, o visitar el peñasco Pan de Azúcar en la bahía de Guanabara.

4. Carnaval de Barranquilla, Colombia

Siguiendo por Latinoamérica, este carnaval constituye una fiesta sin comparación por su gran despliegue de colores, música y danza. Celebrado entre el 10 y el 13 de febrero, se trata de una celebración caribeña en la que no es posible aburrirse debido a los propios eventos del carnaval: la Batalla de las Flores y el Festival de Orquestas son los más importantes.

Como en los casos anteriores, Barranquilla tiene mucho más que ofrecer tras el carnaval: conocer la Iglesia de San Roque, un templo de culto católico que conserva la arquitectura colonial de 1853, el Parque Natural de la Isla de Salamanca, o el Museo del Caribe con sus muestras permanentes y exhibiciones que celebran la cultura caribeña en todo su esplendor.

5. Mardi Gras, Nueva Orleans

Finalmente, viajamos a Estados Unidos para visitar la cuna del jazz. Este festival carnavalesco no es tan popular o reconocido como los anteriores, pero sin duda es una experiencia única. Desfiles, disfraces, música y gastronomía típica de Nueva Orleans, una de las ciudades que más ha influido en la cultura negra norteamericana del siglo XX.

Mardi Gras se celebra los primeros días de febrero y es una oportunidad única para conocer las excentricidades del Fat Tuesday, los desfiles como el de Endymion y Bacchus, pero también para disfrutar de los bares y clubes nocturnos que organizan las reconocidas fiestas en Bourbon Street.

Conclusión

Los carnavales han sido declarados como parte de la lista representativa del patrimonio inmaterial de la humanidad de la UNESCO. Y es fácil saber por qué: estos concentran las tradiciones y costumbres de los pueblos, y ofrecen un gran punto de entrada para comenzar a visitar algunas de las culturas más significativas del planeta.

 

 


 

Ana Morales

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