Tarragona tiene mucho encanto que ofrecer a los viajeros. Desde su gran patrimonio histórico a sus impresionantes playas y parajes naturales, que cada año atraen a visitantes de todas las edades y gustos.

Una gran opción para visitar la región es alojarse en un camping en Tarragona. Optar por este tipo de estancia permite a los visitantes disfrutar del aire libre y de privilegiadas ubicaciones, muy cercanas a los punto de interés con toda las comodidades necesarias. Además, supone un importante ahorro frente a alojarse en hoteles o apartamentos turísticos; por lo que permite destinar este extra en el presupuesto a disfrutar de otras experiencias durante el viaje.

Cambrils es una de las principales localidades turísticas de la Costa Dorada, que es como se denomina la costa del litoral de Tarragona. Aunque es famoso por sus playas de incomparable belleza; también cuenta con un animado paseo marítimo, un pintoresco puerto y hasta una villa romana cuya visita es más que recomendable. Existen diferentes opciones de campings en Cambrils donde poder alojarse y aparcar nuestro vehículo con facilidad; lo que resulta muy cómodo para poder explorar la zona a nuestro aire.

Tarraco, como era conocida en la época de la antigua Roma, llegó a ser una de las ciudades más importantes del Imperio Romano en la Península Ibérica, en el siglo III a.C. Es el asentamiento romano más antiguo de España y en el año 2000 fue declarada Patrimonio de la Humanidad. Se conservan 1.100 metros de murallas que rodean todo el casco antiguo. Es posible visitar tres de sus torres Cabiscol, Minerva y Arzobispo. El siguiente punto a visitar es el Foro Local, el centro neurálgico de la ciudad, en él destaca la Torre del Pretorio. Junto a él se ubica el circo romano, donde se realizaban las carreras de carros. Fuera de las murallas, se sitúa el Anfiteatro romano, el monumento más visitado de la ciudad, que data del siglo II d. C. Las vistas sobre el Mediterráneo son una estampa de postal.

Tarragona también cuenta con un amplio legado que se remonta a la época medieval, del que disfrutar en localidades como por ejemplo, Montferri, que cuenta con apenas 300 habitantes y esconde el monasterio de Montferri o de la Mare de Déu de Montserrat, un edificio modernista único. Otro lugar sagrado que merece la pena visitar por su buen estado de conservación es el Reial Monestir de Santa María de Santes Creus, una abadía cisterciense construida en la segunda mitad del siglo X.

Sin abandonar la Ruta del Císter encontramos otro de los pueblos medievales en Tarragona más populares, Prades. Situado a más de 900 metros sobre el nivel del mar, ofrece unas espectaculares vistas de toda la zona. Otra parada interesante es Miravet, a orillas del río Ebro. Merecen una visita su imponente castillo del siglo XII y su convento. Por su parte, A las afueras de Poblet, rodeado de viñedos, se encuentra el monasterio de Santa Maria de Poblet, del siglo XII y declarado  Patrimonio Humanidad de la UNESCO.

Los amantes de los deportes acuáticos, no deben dejar de visitar la localidad de L´Ametlla del Mar, una tranquila villa costera, famosa por ofrecer la oportunidad de bañarse rodeado de atunes rojos de más de 300 kilos.