Esta bonita villa de pescadores al oeste de Edimburgo descansa plácidamente a orilla del fiordo del Forth, exactamente frente a las aguas del Firth of Forth, (en el lugar donde este desemboca en el mar del Norte) y a la sombra de los 3 puentes que comunican esta orilla con la de Fife, en el extremo opuesto.

Aunque ya habíamos parado allí al iniciar nuestro tour por las Highlands, nos encantó su ambiente relajado, sus casas de colores y su tranquilidad, por ello decidimos que teníamos que regresar al volver del tour. Y no nos arrepentimos.
El acceso a esta población se puede hacer fácilmente bien con el autobús 43 de Lothian country buses que podéis coger desde Princess Street, o bien con el tren desde la estación de Waverley o Haymarket hasta la estación de Dalmeny.
Nosotros optamos por irnos tras el almuerzo y elegimos el autobús. A pesar de que son muchas las paradas, tardamos poco en llegar, a esa hora no había gente esperando el bus y, por tanto, este no paraba. Fueron unos 20 minutos desde Princess Street hasta South Queensferry.

El regreso al centro lo podéis hacer en autobús, o, si decidís cruzar a North Queensferry, también podéis coger el tren desde allí. Es muy sencillo.

 

Algo de historia

South Queens ferry fue una vez el punto de partida del servicio de transbordador establecido por la reina Margarita en el siglo XI para que los peregrinos pudieran cruzar el fiordo hacia la ciudad de St. Andrews, en Fife. Este servicio marítimo continuó operando en el pueblo hasta 1964, cuando se inauguró el Road Bridge. La reina a la que se hace referencia es Santa Margarita de Escocia. Tras su muerte en 1093, su hijo David I de Escocia, otorgó los derechos del transbordador a la abadía de Dunfermline, fundada por ella.

South Queensferry sigue siendo un puerto en la actualidad, aunque los barcos ahora tienen como destino las islas de Forth.

 

Los gigantes de acero

El Forth Bridge, que resalta por su estructura de acero pintada de intenso rojo, es un puente ferroviario que se construyó en 1890, esto es, hace más de 130 años. Es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y una hazaña de ingeniería victoriana espectacular. Casi 40.000 toneladas de acero y 125.000 metros cúbicos de hormigón se emplearon en la construcción del puente que cuando se inauguró en 1964 era el más grande del mundo fuera de Estados Unidos.

El vecino Forth Road Bridge se inauguró en 1964, y está dedicado a peatones, ciclistas y buses, y por último el Queensferry Crossing, al oeste de South Queensferry, es un puente atirantado de tres torres, con una longitud total de 2,7 kilómetros que se inauguró en 2017, solo para el uso de coches. Es por este por el que saldréis hacia las Highlands.

 

Actividades desde aquí

Esta plácida localidad, de calles adoquinadas, bonitas tiendas boutique, pubs con vistas a los puentes, y bellos miradores se anima mucho durante los fines de semana. El pueblo, en realidad se ve en media hora, simplemente paseándolo y curioseando.

Los vecinos de Edimburgo gustan de venir a pasear por aquí, de relajarse en alguna de sus terrazas panorámicas o, de hacer alguna excursión. Os habréis percatado de que en Escocia en general hay mucha afición por realizar actividades al aire libre y desde aquí se pueden hacer unas cuantas. Si tu plan es descansar y relajarte, lo podrás hacer y te sentirás muy a gusto porque ya os digo que el pueblo se presta a ello. Probad el camino que discurre por detrás de la iglesia para tener unas vistas elevadas del puente y sentaros en un banco a descansar.

 

Propuestas desde South Queensferry

Pero si vuestro plan no es dedicaros simplemente a la contemplación, os voy a dar algunas ideas de lo que podéis hacer desde Southqueens ferry para empaparos aún más de aire puro y belleza natural, eso sí, llevad ropa apropiada y calzado para caminar.

Para conocer el entorno con más detalle os propongo tres opciones, una por agua, y dos terrestres. ¿Me seguís?

Si queréis caminar, no dejéis de cruzar el puente Forth Road Bridge a pie hasta el pueblecito de North Queensferry, en la otra orilla. Como os adelanté, el puente tiene un amplio arcén para los peatones y bicicletas y ya os podéis imaginar que las vistas son impresionantes. Se tarda unos cuarenta y cinco minutos en cruzarlo ya en la orilla de North Queensferry, una población algo más pequeña e igualmente apacible y coqueta como su vecina.

Como curiosidad, su faro, Harbour Light Tower, es uno de los más pequeños del mundo. El pueblo tiene una estación de tren en el centro, así que puedes volver a Edimburgo desde allí, lo que es muy cómodo.

Si la idea es comer allí, entonces hay quien recomienda hacer el recorrido a la inversa, esto es tomar el tren hasta North Queens ferry, cruzar el puente en el sentido contrario y almorzar o cenar en South Queensferry, principalmente porque hay más lugares para elegir. Ambas son buenas opciones.

El segundo plan por tierra es una caminata costera uniéndose a la ruta John Muir Way y siguiéndola a través de Dalmeny Estate hacia el pueblo de Cramond. Son unos 12-15 kilómetros y llegareis a la playa de Edimburgo por excelencia.

La isla de Cramond se puede cruzar cuando baja la marea, dejando al descubierto las dentadas defensas marinas contra submarinos construidas durante la segunda guerra mundial para proteger a la ciudad. Se accede solo durante la marea baja por una calzada que se extiende por poco más de 1 kilómetro hacia el río desde el pueblo de Cramond.

Importante: Hay un tablón en el extremo de la calzada que indica los tiempos en que se puede cruzar con seguridad. También podéis enviar un mensaje de texto con CRAMAND al 81400 para obtener información actualizada por SMS de cruce seguro. Toma nota y asegúrate de darte el tiempo que necesitas para explorar una isla que resulta ser más grande de lo que parece, y de regresar a tiempo por la calzada antes de que las aguas se cierren sobre ella.

Que os apetece explorar la zona, pero caminar no es lo vuestro, otra opción desde South Queensferry es subir a un barco y navegar por el fiordo.

A los pies del Forth Bridge hay dos empresas que organizan cruceros: Maid of the Forth y Forth Boat Tours. En ambos casos, los barcos zarpan desde el Hawes Pier, al lado del Forth Rail Bridge y a solo 5 minutos a pie del centro del pueblo.

Si vais entre los meses de abril a octubre una buena opción es navegar por el fiordo hasta Inchcolm Island. Esta islita solo es accesible entonces.  En ella se pueden visitar los restos de la evocadora abadía medieval Inchcolm Abbey, la abadía medieval mejor conservada de Escocia y explorar las defensas de la Segunda Guerra Mundial que hay por toda la isla. Además, en la isla es un paraíso natural en el que habitan numerosas especies de pájaros y podréis ver focas.

El precio de este tour es de 21 libras por persona e incluye la entrada a la isla. Se necesitan unas 3 horas entre el trayecto y la visita.