Si hay un Museo, por elegir uno solo de los muchos que la ciudad de Edimburgo nos ofrece, para mí sería, tanto por su diversa temática como por su interés, sin duda el Museo Nacional de Escocia.

Recuerdos nostálgicos

Hace más de treinta años ya que lo visité por primera vez, siendo una adolescente de intercambio escolar, y, tengo que decir que ya entonces me maravilló. Tanto como para visitarlo en dos ocasiones. Recuerdo aquel fantástico hall de historia natural de la planta baja lleno de animales salvajes (disecados), así como los enormes esqueletos de dinosaurios ya extintos, o el prototipo del primer artefacto volador con el que nuestros antepasados intentaban alcanzar el sueño de volar.

Siempre supe que volvería algún día a visitarlo, y, si bien ahora las instalaciones son más grandes, la parte que yo conocí sigue tal cual, con su aire de museo decimonónico, sus estructuras de hierro y cristal que permiten el paso de la luz natural y, lo más importante, con tanto conocimiento y curiosidades expuestas en sus vitrinas.

En realidad, ahora se trata de dos instituciones que con el tiempo se han fusionado. El Royal Museum of Scotland, la parte antigua que os describía, era principalmente un museo de ciencias e historia natural. A este se le ha añadido un edificio contiguo moderno, el Museum of Scotland, principalmente de la historia de Escocia. Esta combinación lo convierte en el museo más importante de la ciudad, y del país.

El National Museum of Scotland se encuentra en el centro de Edimburgo, y es de muy fácil acceso en vuestros paseos por la ciudad antigua, queda a pocos pasos del cementerio de Greyfriars.

¿Qué esperar de este museo?

Pues es un museo que creo gusta a todos, grandes y pequeños.

Además de las colecciones de hallazgos arqueológicos escoceses y objetos medievales, el museo expone piezas de todo el mundo que abarcan campos como la geología, arqueología, historia natural, ciencia, tecnología, arte y culturas del mundo. Una gran fuente de conocimiento al tiempo que nos familiarizamos con nuestra historia, cultura, civilización, religión, arte, arquitectura, etc. Muy apto para niños, pues hay secciones con mucho material interactivo y entretenido para ellos, adaptado a los tiempos.

Dicho esto, nada más entrar, lo primero que os recibirá será la sección escocesa, un viaje por la historia del país a través de los siglos. Por delante dos edificios conectados de seis plantas ( y la terraza).

Curiosidades

No quiero hacer “spoiling” a nadie, pero considerando que son más de 10000 las piezas expuestas, os voy a comentar algunas piezas muy curiosidades que se encuentran aquí.

La Oveja Dolly, el primer mamífero clonado creado a partir de una célula adulta se encuentra aquí. Dolly comenzó su vida como resultado de un proyecto de investigación llevado a cabo por el Instituto Rosslin, a pocos kilómetros de aquí. Una única célula en un tubo de ensayo tomado de la glándula mamaria de una oveja raza Finn Dorset y un óvulo de una oveja escocesa de cara negra. Tras su muerte, en 2003 el Instituto la Universidad donó el cuerpo disecado a la ciencia, que podemos ver aquí.

Los pequeños ataúdes de Arthur´s seat.  Estos no son tan conocidos como la famosa oveja, pero siguen siendo a fecha de hoy todo un misterio sin resolver. 200 años después de su descubrimiento accidental por unos niños en unas cuevas de dicha colina, no hay un consenso y sí muchas teorías sobre el significado de los 17 «ataúdes liliputienses» hallados escondidos en un hueco en la roca.

Solo 8 de ellos han llegado a nuestros días, pero estoy segura de que pocos objetos de la colección despiertan tanta intriga. ¿Quién hizo las minúsculas figuras talladas? ¿A quién representaban? ¿Quién los colocó en su sepulcro secreto… y por qué? ¿Son cosa de brujería? ¿Están relacionados con los asesinatos de los ladrones de cadáveres Burke y Hare? (Sala 4 Industria e Imperio).

Precisamente a quien le interese este tema, hay una exposición relacionada con estos conocidos asesinos, pero más allá de esto, es una exposición muy interesante sobre la ciencia y la ética. La exposición analiza las prácticas y actitudes cambiantes en torno a la “provisión” de cadáveres para la ciencia en el siglo y medio transcurrido desde los asesinatos de Burke y Hare, actualizando la historia. Analiza el enfoque moderno de la donación de cuerpos en las universidades de Escocia y contrasta la ética, las prácticas y las creencias actuales con las de hace dos siglos.

Además, entre los objetos expuestos, verás una «caja fuerte mort», para evitar el robo de tumbas. En Greyfriars veréis algo dedicado al mismo fin, una especie de reja de hierro que colocada sobre el ataúd pretendía disuadir a los posibles ladrones de cadáveres. Además, veremos muchos bocetos de Leonardo Da Vinci, el primer modelo anatómico de cuerpo completo del pionero Louis Auzoux, o la confesión escrita del asesino William Burke. Aunque nos parezca un tema oscuro, no olviden que es una parte muy presente en la historia de la ciudad.

Y seguimos con más historia negra: The Maiden o la doncella.

Su nombre nos puede despistar, pero el objeto es inequívoco. Doscientos años antes de la guillotina francesa, los escoceses ya habían inventado una máquina para hacer rodar cabezas. Como ocurría en toda Europa, las ejecuciones eran públicas y el morbo atraía a las multitudes, y la Doncella, al estar sobre una plataforma alzada, permitía una buena visibilidad por lo que alcanzó mucha popularidad en la época. Todo un “logro tecnológico” que ahorraba mucho trabajo al verdugo.

Entre sus víctimas, asesinos, ladrones, opositores políticos, adúlteros, falsificadores…según la ley vigente en aquel periodo, había como 500 causas que podían hacer que un ciudadano terminase ajusticiado en la horca. Irónicamente, James Douglas, la persona que introdujo la idea de una máquina decapitadora en Escocia fue ejecutado por ella. Justicia divina, o puramente terrenal. (En la sala de la Monarquía y Poder, Nivel 1)

Pasando a otros temas más livianos, otro de los tesoros del museo es «el ajedrez de Lewis» del s. XII, el conjunto de piezas de ajedrez antiguo mejor conservadas que se hayan encontrado hasta la fecha.

Son un total de 93 piezas (y varios tableros) talladas en dientes de morsa, y dientes de ballena de gran detalle para pertenecer a una época tan tosca en lo artístico como la Baja Edad Media. Sólo 10 son las piezas que están expuestas en este museo, el resto está en el Museo Británico de Londres. Por cierto, Lewis es el nombre de la isla Hébrida escocesa donde fueron encontradas escondidas en una playa. En la tienda de regalos del museo se pueden conseguir réplicas de este ajedrez.

También podréis ver, suspendido en el atrio de las galerías de Ciencia y Tecnología el Planeador Hawk de Percy Pilcher, un pionero de la aviación británica. Pilcher rompió el récord mundial al volar con este planeador sin motor durante 250 metros en 1897. Aunque finalmente este invento mató a su creador, el planeador monoplano es testimonio de la infalible creencia de Pilcher de que algún día volaríamos. Restaurado después de su accidente fatal de 1899, y en exhibición en el Museo Real de Escocia desde 1909.

El broche de oro

Tras recorrer el museo, un broche de oro que no olvidareis: su terraza panorámica. Para acceder a la terraza solo tenéis que tomar un ascensor hasta la planta 7. Tengo que deciros que la terraza del Museo es, además una especie de jardín elevado y uno de los lugares desde donde disfrutar de una de las mejores vistas de la ciudad, y que el acceso es como el resto del Museo también gratuito.

Tómate un tiempo para pasear entre los parterres del jardín, identificar en los carteles las siluetas de los edificios y contemplar el paisaje desde cada rincón de la terraza, que queda rodeada por la ciudad.

El museo abre de 10.00 a 17.00h pero os aconsejo que visitéis la página web del Museo, para tener actualizado horarios, visitas guiadas y eventos que se lleven a cabo en él: https://www.nms.ac.uk/national-museum-of-scotland/

¿Dónde?:

Chambers Street, Edinburgh, EH1 1JF