Recientemente cayó en mis manos un artículo de el periódico El País donde se dedicaba un reportaje al barrio de Niederkassel en Düsseldorff, al oeste del Rin, el que dicen es el barrio japonés más grande de Europa. He visitado Düsseldorf en numerosas ocasiones por temas laborales y reconozco que nunca había oído hablar de él. Posiblemente porque el enfoque cuando viajas por trabajo es muy distinto del de cuando lo haces en modo turista.

No se me ocurren dos países más alejados culturalmente que Japón y Alemania, por lo que esta información me resultó chocante a la par que incitó mi curiosidad. ¿Qué condiciones o qué razones hay en la ciudad alemana para que haya sido un foco de atracción nipona en el cual viven hoy en día alrededor de 11.000 japoneses? Sigue leyendo si quieres conocer la respuesta a esta pregunta.

Pues parece ser que, como no, la respuesta está relacionada con las empresas niponas en territorio alemán. El entorno de Düsseldorf, de hecho, se ha convertido en un polo donde hay unas 400 empresas japonesas establecidas. Hace casi 70 años que los primeros empresarios japoneses se establecieron en Düsseldorf. Sin embargo, el vínculo entre la capital del estado de Renania del Norte-Westfalia y Japón se remonta a mucho más atrás. En el siglo XIX, el comerciante de Düsseldorf Louis Kniffler estableció las primeras relaciones amistosas y comerciales con Japón y, por lo tanto, sentó la piedra angular de una asociación duradera.

Cuando en la década de 1950 el país nipón se decidió a impulsar las relaciones comerciales con Europa, la excelente infraestructura de Düsseldorf la convirtió en el lugar ideal. Cada vez más familias japonesas se mudaron a la metrópoli alemana y, con ellas, llevaron su estilo de vida tan distinto al occidental a las orillas del Rin.

El primer restaurante japonés se inauguró en 1963. A éste le siguieron el Consulado General de Japón, la Cámara de Comercio e Industria de Japón, la primera escuela japonesa y la primera librería japonesa de Europa.

Así, este barrio de Japón cobró vida para cubrir las necesidades de los trabajadores de dichas empresas japonesas, por lo que todo era práctico y funcional, y no una trampa para turistas en absoluto. Hoy todo está pensado también para conciliar ambas funciones, y caminar por las calles y escuchar hablar japonés no deja de ser curioso.

Niederkassel se ha convertido en una visita recomendada para los fans de la cultura y gastronomía japonesa que quieran hacer una escapadita de fin de semana. Está justo al este del distrito Altstadt (el casco antiguo) y es realmente sencillo llegar paseando. A pocos pasos del Rin, donde pubs centenarios sirven la tradicional «Altbier» de barril de Düsseldorf. Lugareños, empresarios japoneses, jóvenes fanáticos del manga y foodies de todo el mundo se dejan caer por aquí para disfrutar del ramen, el sushi, el sake y la Altbier. Incluso hay algunos bares de karaoke. Diría que es uno de los lugares más animados de la ciudad.

Incluso existe un día de Japón que se celebra en primavera, el Japan-Tag en alemán, un festival abierto con música, cultura y arte japonés. Este es uno de los eventos más importantes de la región, congregando un público asistente de 750 mil personas. En 2022, si las condiciones sanitarias lo permiten, está previsto para la fecha del 28 de mayo.

 

¿Dispuestos a perderse por el barrio japonés de Düsseldorf?

Bueno, perdonadme la licencia, reconozco que he sido un poco exagerada porque diría que “perderse” es más en sentido figurado que literal porque este Little Tokyo se concentra en el cruce de las calles Oststrasse e Immermannstrasse y sus alrededores, y puede recorrerse fácilmente a pie.

Por lo leído esperaba un cambio en el paisaje urbano algo más evidente. Sin embargo, esto no es así. El barrio está lleno, (como cabe esperar) de japoneses, de izakayas, barras de ramen y teppanyaki, tiendas de decoración, té, supermercados y pastelerías japoneses. En su epicentro el hotel Nikko, pero está claro que estamos en Düsseldorf. No es, por poner un ejemplo, como la gran mayoría de los barrios chinos, donde la estética te recuerda todo el tiempo el origen de sus moradores. Aquí es simplemente la presencia de negocios japoneses y carteles con los caracteres japoneses y poco más.

Es, posiblemente lo más cerca que podréis estar del país nipón sin salir de Alemania. Además, tengo que decir que he comido estupendamente bien, en un ambiente popular, sin pose y sin accesorios, y que regresaría sin dudarlo. Así que, si estáis ya cansados de bratwurst y kartoffel, ya sabéis, daros una vuelta al barrio japonés que no os arrepentiréis.

 

La EKÔ-Haus der Japanichen Kultur

La EKÔ-Haus der Japanichen Kultur, es un Centro para promover la Cultura Japonesa inaugurado en 1993. Está situada en Brüggener Weg nº 6. En su interior alberga un Templo Budista, una casa completamente tradicional japonesa y un bello jardín japonés. La entrada a los jardines es completamente gratuita así que si visitáis esta ciudad y disponéis de tiempo no os perdáis la oportunidad de visitarlos.

¿Cómo llegar?

Podemos llegar en tranvía al distrito de Niederkassel.

También en el autobús (834, 836, 828 hasta Niederkasseler Kirchweg), desde cuya parada más próxima hay que andar unos minutos para llegar, pero si estáis en el centro, alrededor de las calles comerciales, simplemente poner el nombre de alguna de las calles que os he mencionado más arriba y dejaros llevar por el gps.