Día 2

Hoy os propongo caminar y continuar explorando, en este caso el margen izquierdo de la Calle Larios (siempre mirando hacia montaña).

Las calles transversales que salen en este caso, también desde calle Larios, bien merecen vuestra atención. La amplia calle que queda a nuestra espalda es la Avenida Alameda Principal, una de las arterias principales que recorren Málaga a lo largo, (Avda. de Andalucía, Plaza de la Marina, Paseo del Parque, y que se extiende hasta la “Malagueta”), si la caminamos dirección oeste hay un local que no podéis dejar de visitar, sobre todo cuando queráis hacer una pausa pues se trata de una bodega con más de ciento ochenta años de historia, La antigua casa de Guardia, uno de los rincones clásicos de Málaga donde se puede degustar el vino de Málaga y comprarlo también para llevar. A escasos metros otra visita que los amantes de la gastronomía no pueden dejar pasar, el Mercado de Atarazanas, un mercado de abastos tradicional en un edificio realmente soberbio que no os pasará inadvertido. El edificio, de arquitectura neo árabe, con su enorme puerta de arco en mármol blanco, eran las antiguas atarazanas nazaríes, que entonces estaban frente al mar. De ahí el nombre actual del mercado. En el edificio original se abrían siete arcos, de ellos, el más monumental, de herradura y apuntado, es el que se halla integrado en el nuevo mercado. Según la Wikipedia los escudos de este arco permiten situarlo en la época nazarí, reinado de Mohamed V (1354-1391).

Debido a su estado ruinoso y a la necesidad de reorganizar la ciudad, estas atarazanas fueron demolidas para la construcción de un mercado cubierto. Aunque estuvieron en pie hasta 1875, podemos decir que no han desaparecido del todo pues como digo, es patente su herencia y siempre será un edificio singular. Los detalles nazaríes combinan perfectamente con la estructura de hierro propia de la época, que nos recuerdan a la del famoso mercado parisiense de Les Halles. Si salís por la puerta trasera, la fachada se compone de un frontón triangular con cristalera llena de vidrieras con escenas de diversos monumentos de la ciudad.

Otra razón para visitar el mercado, aparte de la de llenaros la vista con los productos de la tierra, es el tapeo. Hay varios lugares donde es agradable y a la vez curioso hacer una pausa. Todo de excelente calidad, pescado y marisco, excelentes frituras, eso sí, de pie, y en un ambiente bullicioso.

A la derecha del mercado de Atarazanas entramos de nuevo en una zona comercial y peatonal, la Plaza de Félix Sáenz. Los antiguos almacenes modernistas de Félix Sáenz, abiertos hasta 1987, presiden la plaza. Estos se construyeron sobre el espacio del antiguo mercado de abastos de Málaga, que, a su vez, y, sin posiblemente saberlo, se asentaba sobre un antiguo almacén de grano nazarí, alhóndiga o almudí, un establecimiento en donde se vendía, y se almacenaba grano, cuyo fin era socorrer a los vecinos en épocas de escasez. Como veis el pasado árabe de Málaga es bien patente en toda esta zona histórica. Estaréis en la confluencia de varias calles importantes; Calle Nueva, San Juan, Sagasta, Calle de los Esparteros y Puerta del Mar. Aquí convive el pequeño comercio tradicional con las tiendas que se pueden encontrar en cualquier ciudad.

Os recomiendo caminar tranquilamente la zona, cerca, muy cerca tenéis la Iglesia de los Mártires, ahora en restauración. Fue una de las cuatro iglesias construidas por los Reyes Católicos tras la conquista de la ciudad. Esta, en concreto, en honor a San Ciriaco y Santa Paula, patronos de Málaga. Se inició su construcción en 1504, por lo tanto, data del siglo XVI y combina elementos del gótico-mudéjar con elementos rococó. Es una iglesia muy querida por los malagueños y sede canónica de 4 Hermandades. En esta misma plaza, en el número 5,  encontrareis los baños árabes de Málaga.

A pocos pasos de aquí tendremos el museo Carmen Thyssen y la Iglesia del Sagrado Corazón, casi solapada por los edificios que la rodean, casi encajada de modo inverosímil en el trazado urbano. Si continuamos el paseo en dirección a calle Carretería, a orillas del río Guadalmedina, podremos observar parte de la antigua muralla Nazari del Siglo XIV, la muralla conserva su altura original, aunque solo es visible en algunos pequeños tramos. La Calle Carretería aglutinó gran parte de la actividad comercial de la ciudad. En ella se localizaban numerosas casas señoriales que lucían en sus fachadas sus escudos nobiliarios, incluso el Ayuntamiento de Málaga estaba ubicado aquí en 1898.

En las últimas décadas ha pasado por el abandono y la reconstrucción, y hoy día acoge multitud de nuevos negocios emprendidos por gente joven y alternativa. Al comienzo de esta calle hay un museo que a mí personalmente me parece muy interesante, el Museo de Artes y Costumbre Populares. Aquí se pone en valor la etnografía y etnología de Málaga y provincia a través de 18 salas; espacios únicos ambientados según las costumbres tradicionales, entre los que destacan sus colecciones de barros Malagueños, cerámicas, piezas textiles, forja, orfebrería, piezas de religiosidad popular, artes de la imprenta, etc.

Si cruzáis el río por el histórico Puente de los alemanes, os daréis casi de bruces con dos de las cofradías más importantes de Málaga, donde se vive con intensidad el ambiente cofrade todo el año. Frente a vosotros la cofradía del Cristo de  Mena, que alberga la imagen del Cristo de la Buena Muerte. Este cada jueves santo procesiona por la ciudad con La legión. A 150 m otra de las grandes cofradías de Málaga, la archicofradía de la Esperanza (calle San Jacinto, nº1).

Sus dos imágenes titulares son muy veneradas, la Virgen María Santísima de La Esperanza Coronada, es la virgen de todos los cofrades malagueños y tiene el trono más grande de la Semana Santa de Málaga. Casi 6 metros de largo por casi 5 de ancho y 7 de alto. El Nazareno del Paso, de Mariano Benlliure y Gil es el Nazareno de mayor envergadura de cuantos se procesionan por Málaga y es una de las imágenes con mayor calidad artística.

Estaréis de nuevo a pocos metros de la Alameda Principal, mi siguiente propuesta consiste en acercaros a la estación de autobuses  donde coger un autobús urbano ( nº 91 cada hora desde las 11.00h)  y dedicar la tarde a conocer un espacio urbano muy especial, el Jardín Botánico de la Concepción, declarado Bien de interés cultural en 1943. Antigua finca de recreo de una familia de la alta burguesía malagueña, en 1990 pasó a titularidad pública. Cuenta con más de cincuenta mil plantas, de dos mil especies tropicales, subtropicales y autóctonas, de los cinco continentes, destacando la colección con más de cien especies diferentes de palmeras, bambúes, plantas acuáticas y su jardín histórico. Un lugar precioso e ideal para pasear.

De regreso a Málaga, yo personalmente me despediría contemplando la ciudad desde lo alto, desde la terraza del Hotel Malaga AC, una de las más bellas panorámicas de la ciudad.