La tradición de los mercadillos navideños inunda y da ambiente festivo a la mayor parte de las ciudades alemanas en estas fechas. Y lo cierto es que el color y la lograda decoración navideña ayudan a que todas ellas ganen en atractivo tanto para los locales como para los extranjeros que como yo no están en el lugar adecuado en el mejor momento del año.
De hecho, los cuatro días que pasé en la ciudad a finales de noviembre se caracterizaron por la eterna lluvia, la neblina y la ausencia de luz, (tanto natural como eléctrica). La ciudad parecía envuelta por el letargo invernal a la espera de la llegada del día 17 en que se inauguraban oficialmente los mercados de navidad (Dusseldorfer Weihnachtsmarkt) por toda la ciudad. Pude visitar varios de ellos, y reconozco que me encantaron, es imposible ir sólo a mirar. La gran cantidad de puestos de venta de regalos, artesanías, adornos, figuras para el árbol, dulces, productos gastronómicos de tipo artesanal etc etc te incitan a aprovechar para adelantar algunas compras.
Además es imposible visitar un mercadillo sin parar a comer una salchicha con mostaza con una cerveza Alt, o la versión dulce: unas galletas de jengibre con un delicioso vino caliente (Glühwein) o chocolate. Düsseldorf puede presumir de ser una de las ciudades con los mercadillos de adviento más hermosos de Europa. Durante cinco semanas, más de 200 cabañas transforman la ciudad en un país de las maravillas de invierno para disfrutar con toda la familia.
Los que os decidáis a estar en Düsseldorff en estas fechas podréis disfrutar de ellos hasta el día 23 de diciembre en el casco antiguo de la ciudad (Altstadt), en estos seis emplazamientos:
–Plaza del ayuntamiento, una de las más significativas de la ciudad junto a la orilla del Rin y la noria estilo “The Eye” de Londres que han instalado en Burgplatz. Todos los puestos son de madera y siguen una cuidada estética en rojo. Rodeados por los bellos edificios mezcla del estilo barroco y neorrenacentista del Rathaus, escenifican a la perfección la típica postal navideña.
–Heinrich Heine Platz, este elegante mercado se conoce como mercado de los ángeles, todas las casetas, en color blanco y dorado tienen una figura de un ángel en su techado. Los puestos rodean al famoso pabellón de música Art Decó. Es un mercado gastronómico principalmente, y además aquí tienen la curiosa y famosa pirámide de vino caliente.
–Flinger Strasse, este hará las delicias de los más pequeños de la casa pues los distintos puestecitos imitan a las fachadas típicas de esta zona histórica de la ciudad por lo que teniendo en cuenta que andaremos por calles peatonales podremos pararnos disfrutar de cada uno de ellos.
–Patio de la Wilhelm-Marx-Haus, también bellísimo.
-En el Mercado de la Plaza Schadow, encontraremos sobre todo dulces y productos típicos navideños. Es el mercadillo más “dulce” de la ciudad. Tienen una agenda con actividades pensadas para los más pequeños de la casa.
-El Mercadillo de la Plaza Gustaf-Gründgens, que tiene una pista de hielo alrededor.
El horario de estos mercados es de domingo a jueves 11.00 a 20.00h y los viernes y sábados de 11.00 a 21.00h.
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