A no ser que vayáis sobrados de tiempo, Inverness suele quedar como una parada intermedia en el recorrido de los numerosos tours que os llevan por las Highlands escocesas.
En otros casos, para viajeros independientes,  se convierte en la base ideal desde donde explorar la región en general por su privilegiada ubicación. Entre Inverness y el centro del Lago Ness, tan solo hay una distancia de 20Km.


Además, Inverness es el punto de partida de la North Coast 500, una ruta circular que se extiende durante 516 millas, siguiendo la espectacular costa de Sutherland y Caithness antes de regresar a Inverness.
Y sí, por supuesto y no menos importante, Inverness ha de ocupar un lugar destacado en la lista de paradas para los fans de Outlander. Pueden hacer su propio recorrido por el Outlander Trail visitando Culloden, Urquhart Castle, Loch Ness y Clava Cairns, o, por supuesto, contratar uno de los muchos tours que lo ofrecen y despreocuparse de la logística.

 

Su historia

La ciudad se encuentra en el extremo este del Great Glen, un largo valle que se extiende desde Fort William en la costa oeste de Escocia. Es una ciudad agradable y coqueta, de unos cincuenta mil habitantes, delimitada por el río Ness que desemboca algo más al norte, en el fiordo de Moray.

Su historia está ligada a su estratégico emplazamiento en la desembocadura del Río Ness, y alcanza desde los asentamientos pictos y escotos hasta los jacobitas. De hecho, el nombre gaélico de la ciudad significa exactamente, “la boca del río Ness “. Con acceso directo al fiordo de Moray y, por tanto, al Mar del Norte, la ciudad fue un punto estratégico en casi todas las guerras de Escocia.

Se sabe que hubo un asentamiento aquí desde al menos el siglo VI cuando San Columbano viajó por el Great Glen desde su base en Iona para predicar y convertir al cristianismo al rey picto Brude. Columba no tuvo éxito, pero según la tradición, Brude le concedió un terreno junto al río para construir una iglesia. Todavía hay una iglesia allí unos 1.500 años después; la Old High Church, el edificio más antiguo de Inverness.

A principios del siglo XI había una fortaleza que, según Shakespeare, fue en el castillo de Inverness donde Macbeth asesinó al rey Duncan en 1040 (aunque, de hecho, Duncan murió realmente en Elgin). En 1057 Malcolm III construyó una fortaleza de madera en el sitio del actual Castillo de Inverness. A principios del siglo XII, el rey David I convirtió a Inverness en un burgo real, asegurando así la prosperidad del asentamiento.

Durante la convulsa Edad Media, las luchas de clanes entre los señores de las Islas contra los señores de Inverness y los reyes de Escocia fueron constantes. Jacobo I intentó pacificar la zona sin resultado.

Sin embargo, serán las guerras jacobitas del siglo XVIII las que conviertan a Inverness en protagonista de la historia del Reino Unido ya que si hay un hecho histórico que ha dejado huella en la ciudad de Inverness, éste fue la Batalla de Culloden, la última de las batallas jacobitas.  Los ingleses derrotaron claramente a los jacobitas, y tras la batalla, empezó un periodo de represión y prohibiciones a los habitantes de las Highlands, entre otras el uso de la gaita y el kilt (vestimenta típica escocesa).

A fines del siglo XVIII, Inverness era un puerto importante y un centro de destilación de whisky. El Canal de Caledonia llegó a Inverness en 1822, uniendo el extremo este de Great Glen con la costa oeste en Fort William, pero fue la llegada del ferrocarril en 1855 lo que realmente transformó la ciudad. Muchos de los edificios históricos más importantes datan de finales del siglo XIX, incluida la Catedral de Inverness y el ornamentado Ayuntamiento, (un espléndido edificio gótico, construido en 1882 y el único lugar en el que se ha reunido el gabinete del Reino Unido fuera de Inglaterra)

 

La visita

Es en el lado este del río Ness donde la ciudad se despliega. Su casco urbano es compacto y no se caracteriza por grandes monumentos ni atracciones, sin embargo, todas estas calles están impregnadas de historia, con edificios majestuosos y de diferentes épocas.

Las calles Church Street, High Street y Academy Street engloban gran parte de las tiendas y restaurantes de la ciudad. Academy Street es la calle más antigua de la ciudad y está dentro del barrio de Crown, entre cuyos edificios históricos, destaca el Castillo de Inverness, “el castillo que nunca tuvo rey”, ya que fue pensado como cárcel y hoy en día hace la función de juzgados municipales.

Mercado victoriano. Hasta 1876, Inverness solo tenía mercados al aire libre. Una de las atracciones turísticas más coloridas de Inverness es el Mercado Victoriano, en Academy Street, una galería comercial de finales del siglo XIX que todavía cuenta con sus tiendas decoradas y pintadas con vivos colores. El techo abovedado, de hierro fundido y madera, es un buen ejemplo de la arquitectura pública victoriana.

Leakey´s bookshop, si como yo, sois felices rodeados de libros y mapas, y el tiempo simplemente se para cuándo pisáis una librería de antiguo, este es un lugar al que debéis de ir. Distintos niveles, decenas de estanterías cargadas de volúmenes esperando ser descubiertos, es un sitio con una atmósfera muy particular. Una leyenda de Inverness, ya que tenéis que saber que esta librería se encuentra en una antigua iglesia de 1793 que servía a una congregación de habla gaélica. Una gran estufa de leña calienta el amplio espacio, y es muy fácil pasarse horas curioseando  y desaparecer, literalmente entre las estanterías.

Justo al lado de Leakey’s se encuentra la Old High Church, rodeada por un cementerio y elevada sobre el río Ness desde una pequeña colina conocida como St Michael’s Mount. Se cree que esta es la misma colina desde la que predicó a los pictos San Columbano en el año 565 d.C. La Old High Church, con su torre medieval es el edificio más antiguo de Inverness y ocupa el espacio de la primera iglesia que se construyó en la ciudad en el siglo VI, en la época céltica, aunque el grueso del edificio que hoy vemos data en su mayoría del 1772.

Para ver la Catedral de St Andrews, desde aquí, simplemente cruce el puente peatonal hacia la orilla opuesta del río Ness y comience a caminar hacia el sur a lo largo del río hasta llegar al esplendor neogótico de la Catedral de Inverness, dedicada a San Andrés y consagrada en 1874.

Si deseáis ampliar este paseo, simplemente seguid la orilla del río hasta llegar a las pasarelas que cruzan las Islas Ness. Este hermoso parque está justo en el corazón de la ciudad, pero te sentirás como si estuvieras a un mundo de distancia una vez que estés allí. Cruzando aquí hasta la orilla opuesta y caminando de regreso hacia el castillo, habremos realizado un paseo circular completo.

Además:

Ballifeary es otro conocido distrito de Inverness, se caracteriza por sus coquetas y pintorescas casas de piedra unifamiliares que aún conservan sus antiguas estructuras originales.

Clachnaharry queda a 3 kilómetros del casco antiguo, era un poblado de pescadores hasta que finalmente quedó anexionado por la ciudad. En este vecindario comienza el Canal de Caledonia, que comunica Inverness con la costa de Corpach. Este canal fue construido en el siglo XIX y está declarado Monumento Nacional.

¿Cómo llegar? Pues lo cierto es que Inverness, para el tamaño que tiene y la población a la que sirve, está muy bien conectado. Puedes llegar a Inverness en avión, automóvil o tren. Hay trenes que van directamente a Edimburgo e incluso a Londres, un aeropuerto que tiene enlaces en toda Europa, y la carretera A9 a través de las montañas. Puedes tomar trenes de Edimburgo a Inverness de ida por tan solo £ 10 si reservas con la suficiente anticipación. Por lo general, los billetes de tren estándar fuera de las horas pico desde Edimburgo a Inverness rondan los £ 54.